La enseñanza de las Ciencias Sociales debe permitir a las y los estudiantes dar sentido de su individualidad, a la vez que se identifiquen como sujetos interdependientes de la sociedad; definir el tipo de sociedad y de ciudadanos al que aspiran, una vez que han comprendido cómo funciona la sociedad y lo público.

El enseñar al estudiantado que no existe un pensamiento único implica la posibilidad de pensar diferente, por lo tanto, no son asépticas ni inmóviles; y son estos elementos, los que deben quedar arraigados en las y los estudiantes, marcando una diferencia cualitativamente diferente con el currículum actual. En otras palabras, las Ciencias Sociales abren el espacio a la pluralidad, la discusión y el pensamiento crítico.

Lo anterior resultará útil en la medida en que la propuesta se hace vivencial y cercana al estudiantado. De esta manera, las perspectivas y planteamientos de las Ciencias Sociales pueden ser comprendidas, al analizar, su entorno escolar, comunidad y sociedad.

También se busca que las y los estudiantes sean capaces de plantear alternativas para su propia vida, su comunidad, que vislumbren que su realidad es sujeta de ser modificada y que ellos mismos pueden ser agentes de esa transformación.