La materia y la energía no se crean ni se destruyen, manifestando transformaciones que podemos percibir en nuestra vida cotidiana. Se puede comprobar experimentalmente que la masa de un sistema cerrado o aislado permanece constante antes y después de un fenómeno. La materia tiene niveles de organización y se encuentra estructurada con partículas subatómicas (protón, electrón y neutrón), átomos y moléculas, los cuales pueden encontrarse formando sustancias puras o mezclas. Esta estructura determina las propiedades extensivas e intensivas de la materia, así como sus estados de agregación, lo cual se puede comprobar mediante diferentes experiencias activas (modelos, experimentos, simuladores. En la naturaleza se manifiestan los estados de agregación de la materia: sólido, líquido, gaseoso y plasma, al igual que sus cambios de estado: evaporación, fusión, solidificación, sublimación, entre otros. Estos cambios se pueden evidenciar de forma experimental, o por el uso de recursos didácticos como simuladores.