La administración por no ser una ciencia exacta, se basa en leyes totalmente flexibles, que le permite acceder a principios generales rectores que se pueden aplicar a situaciones diferentes para cada organización. Los principios son condiciones o normas, dentro de las cuales el proceso administrativo se debe desarrollar. El fondo de los principios son lineamientos, recetas o comportamientos que el administrador debe adoptar en cada situación que enfrenta en la organización, en la cual se desempeña.